¿Quien ganará el domingo? ¿River o Boca?

El equipo de Falcioni venció 2-0 a Argentinos y llega impulsado al choque del domingo. River perdió 2-0 con All Boys y puede quedar en zona de promoción si cae en la Bombonera.

En los superclásicos juegan las individualidades, las tácticas, las estrategias, pero también los estados de ánimo, las lesiones, la personalidad para sobreponerse a las adversidades que, incluso, pueden darse durante el partido. Cada detalle puede ser decisivo: una pelota parada , un cambio, una genialidad o una falla. Pero la planificación intenta abarcar esa suma de detalles, aunque luego un gol al minuto modifica todo.

Más allá del último fin de semana: ¿quién llega mejor? Haciendo un análisis de lo observado durante todo el Clausura, River juega mejor, pero Boca tiene más poder de gol.

Juan José López siempre tuvo las cosas más claras que Julio Falcioni. Desde que asumió en River apostó por un sistema táctico (3-4-2-1) y por intérpretes que respondieran a esa idea. En los últimos partidos adoptó el módulo con dos puntas (Funes Mori se agregó a Pavone), relegando a Lanzini y Buonanotte al banco; aunque así, en esa búsqueda por sumarle un socio a Pavone, se lo quitó a Lamela en la creación, en ese toque corto y asociado que potencia al N° 10 millonario en la triangulación con Ferrari.

River, como equipo, juega mejor. Tiene más paciencia que su gente. Toca, tira paredes, se mueve y provoca superioridad numérica por las bandas con Ferrari y Juan Manuel Díaz o Pereyra; busca, se asocia y genera situaciones, aunque le cuesta horrores convertirlas. La realidad es que J. J. López y estos jugadores heredaron la pelea del descenso y, por eso, si pasan los 15 minutos y el Monumental sigue en cero empiezan los murmullos. Hay veces que los futbolistas mantienen la línea e igual ganan, como ante Newell's. Otras, la presión les juega en contra, como ante All Boys.

Boca es mucho más inestable en su estructura titular y, en ese punto, está un escalón por debajo de River. La ventaja xeneize está en el poder de gol. No tanto en los tres tantos más que convirtió (14 contra 11), sino cómo los tiene repartidos: Riquelme (4), Palermo (3), Colazo (2), Erviti (1), Mouche (1), Viatri (1), Clemente Rodríguez (1) y Chávez (1). En el conjunto millonario convirtieron Pavone (4), Ferrari (2), Maidana (2), Caruso (2) y Lamela (1). Los mediocampistas no anotan por naturaleza, más allá de las voluntades de Ferrari; mientras que enfrente Chávez y Colazo sí cuentan con esa verticalidad y presencia en los remates al arco rival, además de un Mouche que no es tan claro para terminar él las jugadas, pero sí influyente como nexo de Riquelme y Palermo (acumula 5 asistencias).

La columna vertebral millonaria es clara: Carrizo; Maidana, Almeyda, Lamela y Pavone. Todos en buen nivel, aunque al Tanque se le exija mayor presencia en la red. La de Boca puede serlo desde los puestos (1, 2, 5, 10 y 9), aunque los nombres, aun con la mejoría de las últimas fechas, no dan tanta confiabilidad. Lucchetti, Caruzzo, Somoza, Riquelme y Palermo. Incluso el enganche y el goleador fueron más determinantes desde sus influencias en los últimos partidos que desde el nivel mostrado. Sobre todo Román, fue terrenal desde su funcionamiento, aunque clave desde su influencia en los resultados.

Al revés, quizá, la ecuación se da con Lamela. El mediocampista está haciendo un gran torneo, aunque en las redes rivales aportó poco realismo: apenas un gol y dos asistencias. Lamela es la bandera del juego y Almeyda de la lucha, de un River que hace todo a base del corazón en la pelea por alejarse del descenso.

River saca ventaja con el arquero.Boca, atrás, reagrupa jugadores, aunque eso no le garantiza solidez. No hace falta generarle muchas situaciones para vulnerar el arco xeneize.

El mensaje será clave también. ¿Boca saldrá a atacar o jugará al error del rival? Si puertas para adentro Juan José López mantiene el discurso que el "punto sirve", quizá sea lo primero que le juegue en contra a River.